No sabríamos valorar las Palabras de algún ser querido, a
menos que supiésemos que son de despedidas.
JESÚS, poco después de lo que sería la última cena, se
dirige con palabras alentadoras a sus discípulos que estaban consternados ante
los acontecimientos que el Maestro les habría anticipado, se cumplirían.
El Evangelio de Juan rescata algunas recomendaciones del
Mesías a sus seguidores, palabras que hoy, dos mil años después, resuenan ante
su inminente segunda venida.
14:1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed
también en mí.
¿Hacia dónde enfocamos nuestro corazón? Cierto es que el
mundo materialista a momentos nos atrapa y distrae nuestra atención a lo
espiritual. Nos dejamos llevar por lo que nos quiere hacer creer el Hombre
cuando el único Camino, la Verdad y la Vida es JESÚS.
14:18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
14:19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero
vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
He allí una gran verdad que nos invita a reflexionar en esta
semana. ¿Somos fiel reflejo de Cristo? Cuántas vidas podríamos cambiar si
realmente fuésemos ejemplos dignos.
14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el
mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Palabras de aliento y seguridad que confortan nuestras
almas. "Quien nada hace, nada teme", reza una frase popular, pero las palabras de
JESÚS nos llenan de Paz, sin importarnos que los tambores de guerra vuelvan a
sonar.
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