martes, 11 de abril de 2017

LOS PUBLICANOS Y LAS RAMERAS



Más de uno entre nosotros habrá escuchado aquella anécdota contada por el mismo ex presidente del Ecuador, Carlos Julio Arosemena Monroy. A fin de evitar un escándalo de proporciones le advertían miembros de un exclusivo club: “Doctor Arosemena, es conveniente que no entre usted al club con esas señoras, puesto que son de dudosa reputación”, la respuesta rápida fue “No, no son de dudosa reputación, ellas son putas. Las que son de dudosa reputación son tu mujer y tus hijas”.
Parecería una grosería la respuesta del ex mandatario, pero oportuno a la hora de aclarar el calamitoso juicio que se hacía respecto a sus acompañantes.

El Hombre por naturaleza pecaminosa tiende a juzgar anticipadamente al prójimo conforme a su propia condición y se justifica a sí mismo, sin mérito espiritual alguna. Y el relato que antecede a este mensaje encaja bien a la advertencia que hizo JESÚS a los sacerdotes y principales ancianos del pueblo que cuestionaban su autoridad para secar una higuera porque no encontró fruto en ella.

¿Qué frutos estamos ofreciendo a nuestro DIOS? ¿Están nuestras capacidades al servicio de su obra?

Leamos cuidadosamente en el evangelio según San Mateo el pasaje con el cual JESÚS nos desnuda quienes realmente somos:

21:28 Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña.

21:29 Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue.

21:30 Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue.

21:31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.

Como hijos suyos nos demanda transparencia, que no finjamos, que, si realmente queremos hacer su voluntad, no esperemos hacerlo más adelante o peor, tarde. DIOS no necesita hombres y mujeres con buenas intenciones, sino de hombres y mujeres decididos hacer su voluntad, hoy y siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario