En el último episodio de "Decisiones Extremas: La Vida Real", tenemos a Paola, quien, después de una temporada intensa pidiendo a gritos el control remoto de su vida para cambiar de canal permanentemente, nos sorprende con un giro de guion digno de un premio Oscar. Justo cuando todos pensábamos que había decidido ver el final de la película desde su cama, ¡bam! Decide que en realidad prefiere quedarse para las secuelas.
Es como si, después de pasar meses insistiendo en que
le instalen el botón de "apagar por completo" en su existencia, de
repente, encuentra una serie que le gusta y decide que, tal vez, vale la pena
ver qué pasa en el próximo episodio. ¡Plottwist!
Ahora, Paola, en un movimiento que dejaría a cualquier
director de cine con la boca abierta, ha decidido que va a luchar por vivir.
Imagínatela, con la banda sonora de "Rocky" de fondo, levantándose de
su cama como si fuera a correr la escalinata del Museo de Arte de Filadelfia, demostrando
que, en el guion de nuestra vida, a veces somos nosotros quienes tenemos la
última palabra.
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