CUANDO LAS VOTACIONES SEPARAN

En el último capítulo de "Cuando las Votaciones Separan", la saga política ecuatoriana nos trae un drama digno de prime time. Lucía Jaramillo, nuestra protagonista, se encuentra en el ojo del huracán político por decidir, en un giro audaz, abstenerse en la votación sobre el incremento del IVA. ¿Su pecado? No seguir al pie de la letra el guion del PSC, que claramente decía "rechazar sin miramientos". Imagínense la escena: todos en la Asamblea listos para el gran momento, y Lucía, en un acto de rebeldía (o de conciencia, según el fanático de telenovelas que lleves dentro), decide que ni sí, ni no, sino todo lo contrario.

Pero como en toda buena telenovela, el drama familiar no se hace esperar. Entra en escena la hermana gemela, Paola Jaramillo, quien ya forma parte del gobierno. Aquí es donde la trama se complica: ¿Estamos ante un caso de "yo apoyo al gobierno y tú no"? ¿O es simplemente que en esta familia, la política se vive como en "Juego de Tronos", donde cada comida familiar tiene el potencial de acabar en un debate sobre políticas fiscales?

El PSC, en su papel de villano con corazón (o de partido político con línea dura, según se mire), le dice a Lucía: "Váyase con su ñaña". Porque, claro, en política, si no votas como esperan, te invitan a tomar la puerta de salida con un drama digno de una escena de ruptura.

Así, Lucía Jaramillo se convierte en la heroína de esta historia, enfrentándose no solo a la disyuntiva política sino también al dilema familiar. Y mientras tanto, los espectadores nos quedamos al borde del asiento, preguntándonos: ¿Será este el final de la carrera política de Lucía, o solo el comienzo de una nueva saga donde demuestra que, al final del día, la verdadera política se trata de seguir tus propias convicciones?

No cambien de canal, porque la historia de las hermanas Jaramillo y el PSC promete más giros que una campaña electoral. (VAY)