Ah, el emocionante mundo de la burocracia electoral, donde la única certeza es la incertidumbre y el único resultado garantizado es el retraso. El Consejo de Participación Ciudadana (CPCCS) parece estar jugando a una versión muy especial de "Hot Potato" con la responsabilidad de renovar al Consejo Nacional Electoral (CNE). "¿Renovamos? ¿No renovamos? ¿Preguntamos a alguien más?". Una danza burocrática que haría a cualquier aficionado a la procrastinación sentirse orgulloso.
Y en este emocionante episodio, tenemos todos los
ingredientes de un drama político: consultas legales, períodos electorales
sorpresa que duran todo un año (porque, ¿por qué no?), y renuncias dramáticas
bajo la sombra de la controversia. Es como una telenovela, pero sin el encanto
de los protagonistas apuestos y las tramas de amor imposible. En lugar de eso,
tenemos certificados y consultas a la Procuraduría que, sinceramente, suenan
menos apasionantes que contar los granos de arroz en una boda.
Pedro Bhrunis y Andrea Romo salen del escenario, no
con un estruendoso aplauso, sino con la música tenue de la confusión y
preguntas sobre transparencia. Mientras tanto, el CNE, en un giro de guion
digno de M. Night Shyamalan, declara el inicio del periodo electoral un año
antes, como quien dice: "Sorpresa, el tiempo es relativo y las elecciones
son cuando nosotros decimos".
En resumen, si estabas buscando claridad y decisión en
el proceso de renovación del CNE, quizás sea mejor que te sientes y disfrutes
del espectáculo. Trae palomitas de maíz, porque este drama parece que va para
largo. Y recuerda, en el teatro de la burocracia electoral, el acto final
siempre está sujeto a cambios de último minuto. (VAY)
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